Ergonomía

Aunque existen innumerables definiciones de Ergonomía, si nos centramos en el mundo del trabajo, la Ergonomía Laboral sería la óptima adaptación del trabajo a la persona, tanto desde el punto de vista psíquico como físico. Es por ello que esta disciplina preventiva es mixta, alcanzando los dos ámbitos -psíquico y físico- de la persona, siendo por ello denominada en su conjunto como Ergonomía y Psicosociología Laboral.

La Ergonomía en un principio estuvo vinculada más a la productividad que a la prevención. Perseguía adaptar lo más posible el trabajo a las personas para que fuera más llevadero, menos lesivo, pero sobre todo más productivo. Este concepto básico fue rápidamente implantado en las complejas cadenas de producción de comienzos del siglo XX, teniéndose muy en cuenta desde entonces en los diseños de las cadenas de montaje, con el objetivo de adaptar éstas a las personas. Así nació el “human engineering”. Con el paso del tiempo se empezó a constatar que teniendo en cuenta esos conceptos “ergonómicos” en los procesos productivos, a la vez que se producía más, las personas sufrían menos sobrecargas por el trabajo y por ende se lesionaban menos. La Ergonomía y la Psicosociología Laboral constituye una de las cuatro disciplinas básicas de la Prevención de los Riesgos Laborales, junto con la Seguridad, la Higiene industrial y la Medicina del Trabajo.

Tradicionalmente se ha prestado mucha más atención a las políticas de seguridad en el entorno laboral que a las demás especialidades preventivas. Esa situación podía considerarse lógica en unos escenarios laborales fuertemente industrializados, de los que Euskadi era un claro ejemplo, donde el accidente de trabajo era una constante

Afortunadamente las cosas han ido cambiando y la evidencia de los datos nos dice que el Índice de Incidencia de los Accidentes de Trabajo (AT) en la CAE ha seguido una tendencia claramente descendente desde el año 2000. Si a esto se añade que el grueso de los accidentes laborales se trata de trastornos musculoesqueléticos (TME), sobre todo por sobreesfuerzos, se entra de lleno en un escenario preventivo donde cobra una máxima importancia la Ergonomía.

En el gráfico anterior vemos el crecimiento progresivo de los sobreesfuerzos por AT a lo largo de los años, desde algo más de un 30% en el año 1998 hasta casi en el 40% en el año 2011, aunque en los dos últimos años han decrecido hasta un 37,2% respecto al total de accidentes de trabajo en la CAE. Respecto a las causas de los AT, los sobreesfuerzos se sitúan en el 37% de todos los AT en 2013, bajando al 23% los aplastamientos y al 16% los choques o golpes.

Si nos referimos a las enfermedades profesionales (EEPP), los trastornos musculoesqueléticos (TME) también se encuentran situados en lo más alto del ranking de declaración registrados en el sistema CEPROSS. En la gráfica siguiente se puede apreciar la situación del año 2013 respecto al año 2012. Las enfermedades por trastornos musculoesqueléticos están incluidas en el grupo de los agentes físicos que, como se puede apreciar, son la inmensa mayoría de las EP.

Para terminar con los datos sobre la situación de los TMEs en Euskadi, en la siguiente gráfica vemos los distintos tipos de TME como EP desagregadas por patologías:

Es evidente que las tendinopatías del codo son las más prevalentes (41,15%), seguidas de las neuropatías, con un 21,58%. La evidencia científica y la determinación del riesgo de exposición nos indican que se trata de enfermedades profesionales por trastornos musculoesqueléticos, relacionadas sobre todo con los movimientos repetitivos en el trabajo. Estamos por tanto ante un riesgo laboral perteneciente al ámbito preventivo de la Ergonomía.

A nivel europeo, una encuesta reciente del Eurobarómetro demuestra que los trabajadores consideran que los riesgos ergonómicos (movimientos repetitivos, posturas forzadas mantenidas y el manejo de cargas) suponen el segundo riesgo profesional más importante tras el estrés. El tema es de tal importancia que la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo está desarrollando un mandato parlamentario referente a este problema.

Desde otro punto de vista, en nuestra CAE tenemos grandes profesionales y expertos en la disciplina de Seguridad en el Trabajo, incluso especializados en áreas o sectores específicos. También en Higiene Industrial se pueden encontrar expertos, tanto en la higiene de campo como en la higiene analítica, capaces de realizar estudios e investigaciones en ese ámbito e impartir una buena formación técnica a los nuevos prevencionistas. Sin embargo, desgraciadamente son escasos los profesionales expertos en Ergonomía o en Psicosociología Laboral con los que cuenta Euskadi, y la formación más especializada en esta disciplina debe adquirirse fuera de nuestra Comunidad.

En materia de ergonomía, estas son las principales normas aplicables

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Los factores asociados a los riesgos ergonómicos han constituido otro foco de atención, que se ha abordado a través del proyecto ERGOZAINTZA, sobre exposición a riesgos ergonómicos del personal de las residencias de personas mayores, desarrollado en colaboración con el Centro de Ergonomía Aplicada (CENEA).

Junto con la elaboración del documento “Diseño de los protocolos de análisis del riesgo por movilización manual de usuarios de los centros residenciales públicos del País Vasco y aplicación piloto”, se ha iniciado una línea de trabajo, para cuyo despliegue el Organismo ha destinado un equipo de personas específico.