Servicios
El sector servicios abarca un gran número de subsectores muy diversos, añadiendo a estos la gran empresa que es la Administración Pública en sus variadas y complejas áreas de actividad (sanidad, educación, policía, administración general, administraciones locales y forales, etc.), así como un buen número de empresas públicas.
La evidencia del cambio de actividad del personal trabajador en los sectores tradicionales es obvia. El progresivo aumento del número de personas empleadas por parte del sector servicios frente a los otros dos sectores es patente, en detrimento sobre todo al sector industrial, tradicionalmente asociado al tejido empresarial de Euskadi.
El azote de la crisis en los sectores de la construcción e industrial ha obligado a cambios en la actividad y ha propiciado la aparición de nuevos conceptos de trabajo, con nuevos “riesgos emergentes”, desconocidos en cuanto a su desarrollo, evolución y tratamiento.
Evidentemente, la tipología del sector (empresas de muy diversa índole, tanto en su actividad como en el nº de personas que emplean), obliga al personal técnico que desarrolla su actividad en el campo de la PRL, a una formación muy diversa en contenidos, conocimientos de nuevo cuño (ergonómicos y psicosociales), así como aspectos ya no solo técnicos sino de comportamiento y gestión de habilidades y relaciones humanas.
Los datos estadísticos ponen de manifiesto esta nueva realidad: en la actualidad, es el sector servicios donde se produce el mayor número de accidentes en valores absolutos, si bien es cierto que la tipología del accidente (sobreesfuerzos, trastornos musculoesqueléticos) es en su mayoría considerada como leve en su grado de lesión, por lo que probablemente en el pasado se diera una cierta infradeclaración.
La evolución de los índices de siniestralidad laboral en la CAPV en los últimos años (accidentes en jornada de trabajo) correspondientes al Sector es la siguiente:
El efecto tractor que sobre las empresas pequeñas se aprecia en el sector industrial no se manifiesta con la misma intensidad en el sector servicios.
No obstante, como la incidencia de estos riesgos va creciendo (por ejemplo, distintos estudios hablan de porcentajes en torno al 15% de trabajadores en activo víctimas de cuadros de acoso psicológico en España), también va aumentando progresivamente la preocupación por su control y contención, tanto por parte de las empresas como de las administraciones.
Por otra parte, los análisis sectoriales realizados a través de campañas específicas en algunos subsectores, invitan al optimismo: Se observa una evolución muy positiva en aquellos subsectores donde se ha focalizado el trabajo técnico de asesoramiento, evidenciando un importante compromiso por parte de los empresarios, éstos cada vez con más conocimientos en el campo de la PRL, que se constata en la mejora de las distintas parcelas determinantes tanto del sistema de gestión empresarial (organización, proceso documental), como en otros aspectos preventivos tales como: la formación e información que reciben los trabajadores, las adecuaciones físicas de espacios y maquinaria, etc. En cualquier caso, se considera que no se puede actuar en este sector con el mismo mensaje y nivel de exigencia que en ciertas actividades industriales, debiendo modularse la actuación de la Administración para evitar actuaciones desmesuradas.