MORENO, IÑAKI. Jefe de Servicio del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra. Servicio de Salud Laboral.
Ponencia; El interés de Indicadores Positivos de Esfuerzo Preventivo ?IPEP - (Leading Indicators)
1. Por favor, nos gustaría que dedicara unas líneas a presentarse.
Mi edad me ha permitido participar en el impulso de la aprobación de la normativa de salud laboral actual, la Ley de prevención, y en los debates de casi todo su desarrollo reglamentario específico. En paralelo ya en Euskalherria desde el movimiento sindical participé en el impulso de las concentraciones de protesta ante los accidentes laborales mortales y de la celebración anual del 28 de abril entendiendo que había que aumentar el grado de conciencia de la sociedad y de las propias trabajadoras y trabajadores ante el coste injusto en salud determinado por unas malas condiciones de trabajo. Más adelante tuve la oportunidad de participar activamente en el proceso judicial que concluyó con el primer reconocimiento del mobbing como accidente de trabajo que se dio en Pamplona. También en su día pude publicar un estudio de estimación de la infradeclaración de la gravedad de los accidentes de trabajo. Más recientemente Navarra, desde el ISPLN, ha logrado disponer de índices poblacionales sobre trastornos mentales comunes derivados de exposiciones a riesgos psicosociales laborales, siendo primer coautor del artículo publicado en 2015 en Archivos de Prevención. Solo en Reino Unido se han publicado artículos similares. Ello ha sido posible por el establecimiento en 1998 de un sistema centinela de vigilancia de la salud de trabajadores y trabajadoras que en gran medida explica también que sea la Comunidad Autónoma del Estado español con mayores tasas de Enfermedades Profesionales registradas.
2. Su entidad, el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra, engloba Salud Pública y Laboral. ¿Es posible desligar la salud personal de la salud laboral? Empresas, trabajadores, sociedad en general… ¿Somos conscientes del concepto de salud única o salud total?
Las condiciones de vida y trabajo forman parte destacable de los determinantes de la salud individual y colectiva, según el modelo de Dalhren y Whitehead. Y no son independientes. La riqueza, el barrio en que se vive, el nivel educativo, los comportamientos, el tipo de alimentación y el grado de actividad física están en gran medida asociados a la clase social a la que se pertenece. Un contrato precario, un bajo salario y unas malas condiciones de empleo van a ir asociadas a unas malas condiciones de trabajo y a la multi exposición a numerosos riesgos. Unas buenas condiciones laborales mejorarán unos buenos hábitos de vida, también la autoestima, nos aportará identidad social y mejorarán el grado de salud y bienestar.
En el momento de su transferencia de competencias a la Comunidad Foral el Gabinete de Seguridad e Higiene fue asignado, muy acertadamente a mi entender, a la Consejería de Salud y Bienestar Social de la época. Ha sido la única Comunidad Autónoma que así lo hizo. Entendíamos y entendemos que abordar la protección de la salud de las y los trabajadores requiere de conocimientos, metodologías y criterios fundamentalmente de salud.
Hoy los profundos cambios sociales y del mercado de trabajo hacen necesaria una reorientación de la salud laboral hacia una visión de salud pública con abordaje multisectorial. Salud en todas las políticas y política de salud contra las desigualdades. Ello reclama la activación de los sistemas públicos de salud, tanto para la prevención como para la asistencia sanitaria a los daños derivados del trabajo. Estamos convencidos que la sociedad está exigiendo ya a la salud laboral que sus actuaciones, tanto técnicas como sanitarias, se basen en criterios epidemiológicos.
3. Las organizaciones son un escenario imprescindible para la promoción de la salud de sus empleados. En su opinión ¿Qué frenos o barreras hay que eliminar para facilitar que se lleven a cabo políticas y planes de promoción de la salud en las empresas? ¿Cree que es una cuestión cultural?
Debemos ser críticos con que empresas y entidades que no son eficaces o no se comprometen con el reto preventivo frente a los riesgos laborales y sin embargo destinan su esfuerzos y recursos en empeños de modulación de conductas no saludables referidas a la alimentación, el ejercicio físico, el tabaquismo… en vez de abordar los riesgos laborales que de forma diferente afectan a los distintos estratos ocupacionales de la empresa, generando desigualdades en salud. El riesgo de accidentarse se multiplica 30 veces de los directivos al personal no cualificado. Van a tener escasa credibilidad entre sus destinatarios las campañas que aborden los comportamientos “individuales” no saludables en las empresas que convivan con riesgos laborales. Pueden tener efectos negativos si son de aprovechamiento de los estratos más favorecidos.
Ahora bien en las empresas en que hay compromiso de la dirección con la salud laboral, integración de la prevención en la gestión, gestión preventiva participada etc. bienvenida sea la promoción de salud destinada a crear entornos saludables y a controlar en especial los riesgos psicosociales. Sobrecarga de trabajo, escasa autonomía, falta de apoyo y de compensaciones sabemos que aumentan las conductas no saludables. Es este el ámbito que debe ser especialmente abordado para incidir en los comportamientos de vida nocivos para la salud. Acompañado todo ello de la facilitación de alimentos adecuados en las cantinas o en los expendedores, facilitando el desplazamiento a pie, restringiendo el consumo de bebidas alcohólicas, apoyando el acceso a instalaciones deportivas…basándose en el convencimiento, en el consejo, en el respeto a la libertad individual y la renuncia a utilizar medidas sancionadoras para las personas que opten por estilos de vida no saludables. En definitiva habría que esforzarse en conseguir trabajos dignos que disminuyan los riesgos laborales y las desigualdades en salud.
4. Desde el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra y concretamente desde el Servicio de Salud Laboral ¿Qué acciones se están llevando a cabo para favorecer una vida laboral segura, saludable y productiva?
Se ha habilitado un Plan de Acción de Salud Laboral con 9 programas y diversos subprogramas para abordar los mayores riesgos, atender a los colectivos más vulnerables y mejorar la gestión preventiva. Además se ha implantado una campaña anual de visitas a una muestra representativa de empresas de los CNAEs con las incidencias de accidente de trabajo más elevadas y que tienen mayor número de persona afiliadas a la Seguridad Social. Además de recoger información sobre la gestión de la prevención identificamos riesgos, asesoramos y comprobamos posteriormente su aplicación. En las empresas de < de 25 empleados estas visitas las lleva a cabo nuevo personal técnico con Formación Profesional de grado superior en Prevención de riesgos profesionales, lo cual también es novedoso en la Administración sanitaria Navarra y más eficiente.
También se ha ofertado a las y los trabajadores autónomos una atención directa a sus necesidades preventivas desde el ISPLN. Por vez primera la formación de las y los delegados de prevención se realiza desde el ISPLN en colaboración con las organizaciones sindicales. Se ha habilitado, en colaboración con el Departamento de Educación, una guía técnica para el profesorado de FP en apoyo a la formación en prevención con una metodología educativa innovadora, y distribuido recientes materiales docentes del INSST para todas las familias profesionales existentes. Se ha formado e integrado a más de cien guardas forestales, su totalidad, para que sepan identificar y nos comuniquen posibles riesgos que observen en las explotaciones madereras, se ha formado al personal de todos los centros de asesoramiento de salud sexual y reproductiva del Servicio Navarro de Salud – Osasunbidea en asesoramiento sobre sus derechos preventivos a las trabajadoras embarazadas. En las empresas con accidentes notificados está previsto intervenir según cuatro niveles como lo hace alguna otra CCAA. Por último se está en un proceso de mejora continua del programa de vigilancia epidemiológica de la población laboral, iniciado en 1998. Inspección médica del Sistema Público de Salud, integrada en nuestro Servicio, participa muy activamente en el afloramiento de daños de origen laboral en estrecha colaboración con la sección de Vigilancia de la Salud en el Trabajo. Entendemos que todos estos esfuerzos conducen a la mejora en el control de riesgos y daños laborales por que estamos convencidos de que hay un amplio margen de mejora de las condiciones de trabajo y esta mejora va a favorecer la pervivencia de las empresas a través de la mejora de la salud de las plantillas.
Creemos que estamos en el inicio de la exploración de las potencialidades de la salud pública en la salud laboral: calentamiento global, vacunaciones, desamiantado, promoción de salud, detección precoz…son áreas que deben integrar específicamente a las y los trabajadores entre sus poblaciones diana. Todo ello lo hemos compartido en las jornadas que bajo el título “Avanzando en la integración de la salud laboral y salud pública se ha desarrollado en Pamplona recientemente”.
Seguro que soy injusto por que han sido muchas las nuevas actuaciones llevadas a cabo, con frecuencia a propuesta del personal técnico y sanitario del Servicio. No dejaré de citar que mantenemos y mejoraremos algunas actividades anteriores como el sistema centinela vigilancia epidemiológica que lleva años desarrollándose en Navarra, o el registro y atención postocupacional de los trabajadores expuestos a amianto, o la intervención asesora en empresas con mayor siniestralidad.
Por último diré que en el desarrollo de algunas de estas iniciativas Osalan siempre ha estado dispuesto a ayudarnos y que a mi entender se deberá habilitar una mayor colaboración mutua a futuro.
5. Tradicionalmente la prevención de riesgos laborales ha tenido un enfoque más reactivo que preventivo o de promoción de la salud. ¿Es hora de cambiar el enfoque y que este enfoque tenga un verdadero impacto en la seguridad y salud de los trabajadores y en la productividad, excelencia y sostenibilidad empresarial?
No creo que los indicadores de impacto y los de proceso sean incompatibles, es más considero que ambos son necesarios, son alternativas que se complementan. Ambos se ven reflejados en la actual normativa. Todo el ciclo de mejora continua que plantea la norma para gestionar los riesgos se basa en el compromiso de la Dirección - integración en la gestión de la empresa dice la ley- y la participación de las y los trabajadores y sus representantes en todas y cada una de las fases de dicho ciclo. La identificación de los peligros para su eliminación prevé la consulta a la plantilla, los métodos de evaluación de riesgos deben también ser consultados con la representación laboral, la priorización de los riesgos a atender, los objetivos y las medidas preventivas de la programación requieren de la opinión consciente a la parte social de la empresa, el seguimiento de la aplicación de las medidas y por último la evaluación de la eficacia de lo programado son pasos que deben ser aplicados de manera que integre las distintas visiones de las partes de la empresa.
Si nos damos cuenta cada uno de esos pasos son susceptibles de disponer de indicadores de cumplimiento o de esfuerzo preventivo. Y también de indicadores de impacto, de daño.
Repito que no son incompatibles. A fin de cuentas unos buenos indicadores positivos de esfuerzo preventivo (IPEP) deben tener carácter predictivo debiendo por tanto estar bien correlacionados con indicadores de resultados en términos de daño.
La ventaja mayor de los IPEP frente a tasas de daños está en que se identifican situaciones que si no se corrigen aumenta la probabilidad de accidente o lesión. Si no se han identificado participadamente peligros, si la evaluación de riesgos es inadecuada o extemporánea, si no se investiga adecuadamente o no se corrigen sus causas tras un accidente etc… se debe entender que esa empresa tiene un elevado riesgo de que se produzcan daños. Los IPEP adecuados permiten observar las desviaciones del procedimiento preventivo y corregirlas antes de la ocurrencia del daño como indican los estudios de validación en países y actividades de distintas herramientas de estimación de ese esfuerzo.
6. Medir el desempeño en materia de seguridad y salud laboral en las organizaciones se ha vinculado y se sigue vinculando en muchas ocasiones a los índices de siniestralidad. ¿Son los índices de siniestralidad un indicador adecuado? ¿Dan información sobre el esfuerzo preventivo realizado en una organización?
En parte he contestado en la anterior respuesta. No obstante hay que considerar que como todo daño los accidentes de trabajo, las enfermedades profesionales y otras patologías derivadas del trabajo se producen porque hay exposición a diversos factores de riesgo que actuando conjuntamente en un determinado momento derivan en un daño en la salud. Las evaluaciones de riesgo específicas nos permitirían conocer la dimensión de la sobre exposición al riesgo y los factores que la explican.
Los índices de siniestralidad en general, incluidos los índices de frecuencia que integran el tiempo de exposición, expresan la existencia de dicha exposición pero a diferencia de los indicadores de esfuerzo preventivo nos informan demasiado tarde. Los IPEP, sin ser evaluaciones de riesgo, nos dan información sobre la inadecuación del procedimiento preventivo lo cual resulta fundamental en prevención. La evaluación de riesgos y los índices nos dice sobre qué y sobre quiénes debemos actuar y los IPEP nos indican el cómo hacerlo.
7. Durante el IV Congreso Internacional de Seguridad y Salud en el Trabajo de Osalan, usted intervendrá con la ponencia “La conveniencia de Indicadores Positivos de Esfuerzo Preventivo –IPEP - (Leading Indicators)”. ¿Podría hablarnos brevemente de qué son los Indicadores Positivos de Esfuerzo Preventivo y su principal diferencia con los hasta ahora utilizados?
Aun cuando para conocer la verdadera dimensión de los daños derivados del trabajo, es necesario hacerlo con la mayor exactitud posible, el reto principal de la prevención no es contar acertadamente la frecuencia de personas accidentadas o enfermas. El reto es evitar que se den los daños y para ello debemos identificar y evaluar los riesgos y conocer en qué fallan los procedimientos para su eliminación o control.
Es ahí donde los IPEP juegan un rol de interés. Clima laboral, integración de la prevención, cultura preventiva, gestión de la prevención etc son las dimensiones por las que se interesan estos indicadores integrados en cuestionarios que se han validado en diversos países y actividades.
8. En el título de su intervención refiere la palabra conveniencia…En su opinión ¿Son necesarios indicadores positivos? ¿Por qué? ¿Cree que son un instrumento más fiable para evaluar el desempeño de una organización en seguridad y salud laboral?
Las organizaciones más avanzadas se plantean procesos de mejora continua basados en indicadores de desempeño como el liderazgo, la implicación, la participación o el aprendizaje organizacional. Estos indicadores proactivos de desempeño permiten detectar a tiempo necesidades de mejora. Por otro lado y desde el punto de vista de las obligaciones de las Administraciones Públicas no podemos guiarnos por unos sistemas de registro de daños que minimicen su magnitud. La subdeclaración de daños en la salud de las y los trabajadores se ve premiada por sistemas como el bonus y la notificación se ve penalizada por programas de carácter punitivo que se centran en las empresas con más siniestros. Debemos disponer de un sistema que nos permita conocer las exposiciones o la gestión de los riesgos sin que corramos el riesgo de la subdeclaración de daños.
9. ¿Se pueden estandarizar estos indicadores? Es decir, ¿pueden establecerse indicadores positivos de esfuerzo preventivo aplicables a cualquier tipo de organización con independencia del tamaño, sector, actividad…?
Aunque se han construido cuestionarios específicos por ejemplo para transporte, o para construcción, o para sanidad etc. si que hay herramientas como el OPM: “medida del esfuerzo organizacional” (Organizational Performance Metric) con 6-8 preguntas con respuesta tipo Likert que ha sido validado en población laboral general.
Programas institucionales de difusión del uso de esta metodología podrían permitir, como lo ha hecho en otros países, disponer de valores referenciales sobre los indicadores de empeño preventivo al objeto de conocer la situación relativa de una empresa respecto a empresas comparables de su división económica o sector productivo.
El uso de IPEP se ha mostrado eficaz en otros países y con apoyo de la administración puede estimular la mejora de sus prácticas de gestión preventiva. La empresa interioriza el reto de mejorar respecto a si misma y a sus “competidoras”. Se ha observado que en pocos años sus indicadores de daño pueden mejorar hasta un 25%.
10. Por último nos gustaría que dedicara unas palabras a invitar a los profesionales de la seguridad y salud laboral, organizaciones, etc. a asistir a su ponencia y al IV Congreso Internacional de Seguridad y Salud en el Trabajo de Osalan.
En mi intervención expondré algunos datos de los porqués del apoyo a proyectos de implantación de IPEP en Navarra, nuestras dudas y nuestro apoyo a la validación de un cuestionario en castellano, y si es posible en lengua vasca, para nuestro medio que pueda ser utilizado, desde el conocimiento de sus limitaciones, al menos en las divisiones CNAE con mayor riesgo de accidentes de trabajo.